viernes, 17 de octubre de 2008

Quien es Cumbio?


A primera vista, Agustina Vivero es una adolescente más: 17 años, el pelo lacio peinado con un flequillo bien largo que le tapa uno de los ojos, ni alta ni baja, ni especialmente linda, tampoco fea, con un piercing en uno de sus labios.
Sin embargo, por alguna razón, su fotolog es el más popular del país: no sólo cuenta con 30.000 páginas vistas por día (y más de dos millones y medio desde que lo creó, hace apenas un año y medio), sino que, como todo personaje cada vez más público, ya generó clubs de fans y decenas de blogs y flogs a favor y en contra. Tal es su poder de convocatoria que cuando en junio organizó e invitó vía web a la primera fiesta Blogger, consiguió reunir nada menos que a cinco mil personas que se distribuyeron en los boliches Ku y Abadía.Las preguntas son varias: ¿Quién es esta teen taekwondista que ya pasó por tres colegios secundarios? ¿Cuál es el secreto de su popularidad? ¿Cómo es que tiene más de 20 clubs de fans que la idolatran? ¿Cómo hizo para destacarse en un mundo de casi tres millones de floggers? Gracias a una entrevista que le hicieron a Agustina para la revista Rolling Stones, se pudieron sacar algunas conclusiones: la cantidad de seguidores de Cumbio podrían llenar cuatro Luna Park, su nombre se convirtió en una marca y ella es una gran organizadora de eventos que consigue convocar cada vez más adolescentes. Cumbio logró que muchos floggers abandonen su anonimato detrás de la computadora y pasen al mundo de los encuentros reales, en vivo y en directo. Es así, que desde enero se realizan reuniones todos los miércoles en el Shopping Abasto con el fin de divertirse y bailar el “pasito” de moda que inventaron.



Fotolog en Argentina es la red social más grande, superando a Facebook y MySpace . Además, es el tercer espacio más importante, después de Google y Windows Live, a pesar de que muchas personas que superan los 18 años no saben qué significa la palabra, ni mucho menos de qué se trata todo esto. La realidad es que los floggers más que una tribu urbana, son el modelo de vida elegido por muchos adolescentes argentinos. Como toda organización, cuenta con un líder y esta vez es una mujer, ella es Cumbio. Conocela en www.fotolog.com/cumbio.

miércoles, 15 de octubre de 2008

EMO


Aunque su ascenso mediático va de la mano del de los floggers, para el imaginario general constituye la punta de lanza de las nuevas tribus. En parte, debido a su asociación directa con un estado de ánimo claro; el “bajón nostálgico-melancólico-resignado-maquillado”, según la definición técnica diagnosticada por el Gabinete de Psicólogos Sociales Recién Recibidos del NO. Los emos no bailan, señora, no tienen nada que celebrar. Look Asexuado, mezcla de neogótico y hardcore melódico, alisado permanente, piercings, delineador y ketchup para emular sangre en las fotos. Ritos Básicamente, padecer y emocionarse. Para el resto de las cosas no les quedan ganas. Status Cuanto más cara de sufrido tengas, mejor (el efecto se logra con un buen alisado de pelo y los ojos delineados). Frases “¡Uh, qué mal!”. Gurúes Jared Leto, Gerard Way. Playlist Welcome to the Black Parade (My Chemical Romance), A Beautiful Lie (30 Seconds to Mars). Keywords Planchita, negro, make-up. Mito urbano Cuando un emo experimenta por primera vez reírse a carcajadas, ya no hay vuelta atrás.

FLOGGER


Sienta un precedente que lleva al límite el concepto tradicional de “tribu joven urbana”, ya que no se identifica con un género musical determinado sino con un soporte tecnológico determinado: el fotolog, y por extensión, con otros formatos de personalización de espacios gratuitos en Internet. Representa “el sueño de la comunidad virtual propia”, o sea, el logro de que las preferencias de perfil del dueño del flog sean lo suficientemente atractivas como para atraer usuarios con los más osados nicknames. Para la mirada mediática representa, junto a los emo, una suerte de superclásico de las tribus del nuevo milenio.
Look Andrógino, chupines de los colores del arco iris, remeras de profundísimos escotes en v, zapatillas deportivas o All Stars, planchita. Ritos Pasito flogger con celular al oído. Y, claro, fotografiarse.
Status En función a la propiedad de un fotolog gold, la cantidad de reverses y de firmas.
Frases “Foto, foto, foto”, “Pasate”, “Firmá cinco veces y agregame a F/F’s y te devuelvo la firma”.

Emos, Una moda pasajera

¿Qué diferencia a un Flogger de un Dark?


El sábado, un joven dark murió a la salida de un boliche en el que se celebraba una fiesta gótica. El miércoles, en una reunión de floggers en el Abasto, se produjo una pelea que provocó destrozos en algunos comercios.
Con estos dos hechos, las tribus urbanas de la ciudad de Buenos Aires salieron de su particular mundo para llegar a la opinión pública.
Entre ellos, sin embargo, hay muchas diferencias. Los floggers son una tribu recién nacida y en pleno auge, que es capaz de reunir cada miércoles a 2000 adolescentes. Los darks, en cambio, están en decadencia: en el último lustro de la década del noventa tuvieron su apogeo.
Mientras que los primeros se destacan por una estética fluorescente y una irrefrenable búsqueda de fama en Internet a través de los fotologs , los segundos prefieren el negro y la oscuridad. Hasta los hechos que los llevaron a las noticias son muy distintos. En el caso de Nazareno Cruz, el joven dark que falleció en las puertas del boliche Soma, todavía se investiga si el joven había combinado drogas o alcohol antes de que se le produjera el paro cardíaco que lo llevó a la muerte.
La llegada de los floggers a los medios de comunicación vino de la mano de una pelea entre dos bandos dentro de la misma tribu. La popularidad, mandato máximo de los adolescentes fanáticos de Fotolog.com, motivó la batalla que terminó con los destrozos en el Abasto.
Quizá la única coincidencia entre ambas tribus urbanas sea el gusto por la música electrónica, aunque prefieren estilos distintos. El flogger prefiere un sonido más pop, mientras que los darks escuchan una melodía más densa.

"Emos", la tribu de adolescentes tristes



Todos los sábados, pasadas las 16, cientos de adolescentes vestidos de negro, con sus ojos maquillados, los flequillos en el ojo y la mirada triste, pueblan las inmediaciones de la plaza Rodríguez Peña, situada en la calle Rodríguez Peña entre Paraguay y Marcelo T. de Alvear, frente al Ministerio de Cultura y Educación.
Se trata de una nueva e inquietante tribu urbana, los "emos" (abreviatura de emotional, en inglés), que cuenta con cultores en todo el mundo y que cada día gana nuevos adeptos en la Capital.
Debido a sus estrafalarios peinados y su andar afeminado, los "emos" muchas veces son comparados con los "metrosexuales" (hombres que cuidan mucho su estética, y terminan brindando un aspecto femenino).
En general, los "emos" son muy delgados y se dejan el pelo largo, para ocultar sus rostros. "Usamos los cabellos en el ojo para mostrar que una parte de la sociedad nos da vergüenza. No queremos que esa parte de la sociedad, que no nos gusta, nos vea", afirmó Matías.
Los "emos" se definen como personas sensibles. El mundo que los rodea no los comprende y, quizá por eso, tienden a victimizarse. Frases como "la gente nos discrimina" o "¿Por qué me dejaste?" son frecuentes entre los "emos".
El psicólogo Miguel Espeche explicó a LA NACION: "Expresar un estado del alma, y hacerlo de manera compartida es mejor que corroerse en soledad y estallar en patologías graves. A la vez, lo que se expresa, como en el caso de los grupos de jovencitos que juegan con rituales extraños a los ojos de lo normal, puede ser muy triste y dar cuenta de una imagen de una gran desolación, rabia o un gran miedo".
La mayoría de los "emos" consultados por LA NACION admitieron que se llevan muy mal con sus padres y que casi no tienen diálogo con ellos. "Ellos no nos entienden", dicen.
Los "emos" escuchan grupos musicales como My Chemical Romance, Panic! at the Disco y 30 Seconds to Mars, que centran sus canciones en sentimientos como el amor, el odio y la desilusión. Estos grupos son fuertemente impulsados por MTV.
En un principio, el emo-core fue un subgénero musical que nació en los 80 en Washington DC, como un desprendimiento del punk. Los grupos pioneros fueron Rites of Spring, Embrace y Gray Matter, entre otros. Sin embargo, los grupos que hoy se conocen como "emos" tienen poco que ver con aquellos ignotos pioneros.

Fuente: La Nación.com

jueves, 9 de octubre de 2008

La Movida en Córdoba

Cualquier viernes, pasadas las 17, la plaza que antecede al ingreso principal del Patio Olmos se transformará en un verdadero hormiguero. Animados por la música de sus celulares y mp3, decenas de chicos y chicas se darán cita para conversar y -de paso- pasarse los últimos ringtones o temas cargados en sus aparatos.
Y aunque la mayoría intenta mostrarse casual a la hora de vestirse, los más se uniforman tras chupines de colores fuertes, remeras con dibujos flúo y zapatillas de lona abotinadas.
Más relajados, los fanáticos del skate prefieren juntarse en el Parque de las Naciones. Munidos de sus tablas para deslizarse, aprovecharán las explanadas y desniveles que ofrece ese espacio verde en todo horario y, sobre todo, a lo largo de todo el fin de semana. Generalmente, los skaters prefieren los buzos con capucha y los jeans de tiro bajo que dejan ver su ropa interior. El look se completará con zapatillas de cuero, casi siempre importadas y acordes para la práctica deportiva.
En otro plano están los emos que, aunque raramente lo logran, prefieren pasar más desapercibidos. Su cita obligada será cada sábado a la tarde en el Paseo Sobremonte. Allí, los representantes de la tribu quedarán en evidencia por el negro casi total en su indumentaria y un revuelto pelo largo que casi siempre cubre gran parte del rostro.Por su parte, los adolescentes de mayor edad que simbolizan las culturas alternativa y electrónica muestran total indiferencia acerca de lo que pasa y piensan ‘los de afuera’. Viven en un mundo aparte, no hacen cosas para ser aceptados socialmente; y de allí que pueda deducirse que no tienen proyectos de vida.La falta de planes a largo plazo se acentúa entre los jóvenes que concurren a la zona del Abasto, que representan a un estrato social elevado y generalmente estudian en universidades privadas. Su consigna parece ser vivir el momento y nada más. Se interesan más por la estética que por la ética, lo que revela un estado de anomia y la ausencia de valores.Mientras tanto, los boliches de la zona del Chateau -rodeados de countries y barrios residenciales- impulsan una fuerte discriminación entre pares que se aplica al momento de decidir quiénes pueden ingresar a esos boliches, de acuerdo a la posición social y al tipo de consumos.Despojados de toda convención social, los adolescentes eligen hoy sumarse a grupos de pertenencia que refuercen su identidad. Tratando de permanecer ajenos a las transformaciones del contexto, adoptan gustos y costumbres similares que los llevan a constituir verdaderas culturas juveniles.En los últimos meses, creció en Córdoba la tendencia a conformar ‘tribus urbanas’, cuya característica es la apropiación de determinados espacios públicos para el desarrollo de prácticas colectivas. Así, Nueva Córdoba, la zona de boliches del Chateau Carreras y el Abasto se transformarán en lugares estratégicos para las cónclaves.Así, en el lenguaje de los adolescentes, es frecuente escucharlos definir a los pares como floggers, skaters, emos, darks, retros o alternativos, entre otras caracterizaciones, según su estilo de vida.En épocas como la actual ‘modernidad líquida’, surgen interrogantes acerca de cómo los adolescentes y jóvenes logran construir subjetividades a partir de la vertiginosidad de los cambios, el borramiento de las diferencias, la pérdida de los lazos sociales, las fallas en el logro de la autonomía e individualidad por la primacía de la masificación, entre otros aspectos. Cuando se desvanecen las certidumbres, los jóvenes buscan ampararse en ‘lo que sea’ para llegar a alcanzar su identidad.
Entre los integrantes de las tribus, existe cierta audacia en la producción que, cuanto más llamativa es la forma de vestir o el estilo elegido para la ocasión, permite reforzar el narcisismo y por ende la autoafirmación de quienes buscan diferenciarse. “Saben que ‘ser mirado’ implica ‘ser admirado’. Esta diferenciación, por oposición o por semejanzas entre uno y otro, entre sus estilos, les permite construirse una posición en el mundo, les da la posibilidad de atribuir sentidos desde dicha posición y a la vez situarse ante ellos mismos y ante los y las demás con una cierta identidad”, ponderó la especialista.La tesis central que se desprende es que toda identidad necesita mostrarse, comunicarse para hacerse real, lo que implica por parte del sujeto o integrante del grupo, la utilización de marcas, atributos, elementos que en última instancia le permitan desplegarla. Por otro lado, los patrones estéticos entre los jóvenes juegan un papel fundamental como elementos de identificación y diferenciación, no sólo respecto al mundo adulto, sino entre ellos mismos. Resulta significativo ver cómo identifican lugares de consumo que les abre el camino para el acceso de ciertos bienes, entre ellos, vestimentas y accesorios. Así, existen locales para cada estilo, los hay en donde se consigue ropa alternativa (que ellos caracterizan como original) que no se encuentra en los shoppings sino que son prendas únicas de diseñadores exclusivos. La idea que se sustenta con esta práctica es “no tener que encontrarse con alguien que vista de la misma manera”, ser diferente o distinto al otro, no ser igual a él o que me confunda con él.